martes, 4 de diciembre de 2012

"Never let me go"


Mirando desde abajo,
la luz de la luna está 
fracturada en el mar.
Las reflexiones todavía tienen el mismo aspecto para mí,
como antes de que me hundiera.

Es tranquilo el fondo.
Una catedral en donde no se puede respirar.
No hay necesidad de orar, no hay necesidad de hablar.
Ahora estoy hundida.

Y se está rompiendo sobre mí,
a miles de kilómetros hasta el fondo del mar.
He encontrado el lugar para descansar mi cabeza.


Los brazos del océano me están llevando.
Toda esta devoción se precipitaba fuera de mí,
y las estrellas del cielo son para un pecadora como yo,
pero los brazos del mar me han liberado.


Y se acabó,
y yo me estoy hundiendo,
Pero no me estoy rindiendo,
solo estoy cediendo.

Deslizándome para abajo.
Tan frío, pero tan dulce.

En los brazos del océano, tan dulce y tan frío, 
toda esta devoción que nunca conocí continuó,
y las estrellas del cielo son para una pecadora en libertad,
porque los brazos del mar me han liberado.


Nunca me dejes ir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario